No sé por qué hoy estoy más nerviosa y agitada que otros domingos. Si
porque el último fue diferente, o porque un capítulo de su libro me ha
puesto celosa y derrotada.
No lo sé, pero monto una pequeña rave en el comedor de casa y me descalzo para poder bailar, el cansancio ayuda un poco.
No estoy preparada para nada de esto, pero la vida sigue adelante y no le puedo dar al stop. Así que sigo bailando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario