miércoles, 3 de octubre de 2018

Dedos

Se puede decir "te quiero" con la punta de los dedos.
Cuando intento evitar que salgan las palabras, estas recorren la distancia de mis labios hasta mis manos, se deslizan hasta las yemas de mis dedos e intentan salir por ahí. Como no hay cuerdas vocales que hacer resonar, hacen fuerza, y mis dedos aprietan tu piel simulando una caricia. No es una caricia, es una declaración, y también un pequeño, diminuto castigo. Por hacerme estar callada, cuando es tan difícil. Así que no te quejes si al final duele un poco.
Cuanto más te quiero más fuerte aprietan los dedos, es como un lenguaje en morse, seguro que lo descifras sin mucha dificultad, pero no me lo dirás porque en este juego, por desgracia, no entran las palabras.