Dedos

Se puede decir "te quiero" con la punta de los dedos.
Cuando intento evitar que salgan las palabras, estas recorren la distancia de mis labios hasta mis manos, se deslizan hasta las yemas de mis dedos e intentan salir por ahí. Como no hay cuerdas vocales que hacer resonar, hacen fuerza, y mis dedos aprietan tu piel simulando una caricia. No es una caricia, es una declaración, y también un pequeño, diminuto castigo. Por hacerme estar callada, cuando es tan difícil. Así que no te quejes si al final duele un poco.
Cuanto más te quiero más fuerte aprietan los dedos, es como un lenguaje en morse, seguro que lo descifras sin mucha dificultad, pero no me lo dirás porque en este juego, por desgracia, no entran las palabras.

Luces

Hoy se han estropeado dos luces en casa. La verdad es que nunca habían ido muy bien, pero justo hoy las dos a la vez, me hace verlo inevitablemente como una metáfora, porque yo siempre veo metáforas donde no las hay. Podría ver cosas peores, al menos son metáforas. Lo malo es que a ver quién las arregla. Las luces, no las metáforas.
Esta mañana me he levantado feliz, pero durante el día me he ido poniendo triste, no sé por qué. Hoy me parece que no le importo a nadie, por tonterías además. Siempre estoy esperando que algo falle, esperaba ser menos insegura con el tiempo, pero parece que lo único que consigo con el tiempo es aprender a disimular. Tampoco está mal, ayuda a no ahuyentar a la gente.
Me paso la vida esperando lo malo, me encuentro sin parar con lo bueno, pero no me doy por vencida. El premio de consolación será decirme a mí misma "lo sabía" y hundirme en la autocompasión. Que funcione, por favor... y llegue ese momento en el que dejo de sufrir por nada.

Suicidio cuántico

Me explota el corazón por las cosas que nunca podré tener, pero que en una realidad paralela no dejo de saborear.
Y ya es tiempo de dejar los balcones abiertos y temer que entren cucarachas.
Cucarachas sí y tú no, qué mundo es este?
Suicidio cuántico debe ser la única solución.
No tenía que haber puesto Cemeteries...

Abril

La primavera, siempre es igual.
La luz, el aire, el verde... energías circulando en todas direcciones dentro del cuerpo, dándote ganas de cosas que se pueden y de cosas que no se pueden. Haciendo muy difícil seguir con las obligaciones y no disfrutar de la vida, simplemente.
Joder, qué ganas de tenerte, solo un ratito.

Otro mito

Hay un mito alrededor de que a la chicas les gustan los malos. No es un mito que sea así, a veces sucede. Es un mito que sea sólo a las chicas. A ellos les gustan las chicas malas. Y a ti te dejan por cualquier tontería, cuando a ellas les han aguantado carros y carretas.
Y con ellas van a conciertos, ahora que son amigos. Contigo no.
Y tu le consuelas cuando como amiga también le hace daño.
Y tu lloras escuchando música, porque por ti no llora nadie.

En un rato me voy a Flores Navarro

Recuerdo un dia en el que perdí estrepitosamente una batalla, me sequé las lágrimas y decidí que aún podía ganar la guerra. Aunque esa fue una guerra ahora muy lejana, qué triste es recordar la derrota desde la distancia.
Cuando creo que he dado con la clave para superarte, viene un domingo de valorar de ti hasta lo que menos me gustaba. Sigo tratando de encontrar una pista clave de por qué mi cerebro se ha encallado contigo.
No hay suficientes plantas para llenar de alegria este lugar.

Feliz año nuevo

Hay varias cosas que quiero para este año.
Yo nunca hago propósitos de año nuevo, no lo son. Pero sé que este año quiero compartir una bañera en un hotel. Quiero viajar a Berlin o a Tromso o a Estocolmo. Quiero ir un dia a tu bar, mirarte con cara de cordero degollado y preguntarte si puedo tener un beso. A ti te funcionó.
Duraría horas.
No sé por qué quiero eso.
Ni por qué no lo puedo tener.

Una intimidad

No hay nada más íntimo y agradable que rozarse los pies en la cama.
Eso es lo que quiero, alguien a quien poder acariciar los pies con los míos.

Siempre nos ha unido el sonido.

Te echo de menos. Pero no me doy cuenta de cuánto hasta que oigo tu voz cerca, no se de qué hablas, ni quienes son las personas con las que estás, pero el sonido de tu voz me conforta.
Estar contigo es como llegar a casa tras un viaje largo. Ojalá pudiese abrazarte más tiempo, como quien se acurruca en el sofá, y descansar.