miércoles, 14 de octubre de 2015

Tres días

Ayer fue un día difícil. Había decidido soltarme, miré tus fotos, leí poesías que me hacían recordarte... decidí saltar de la fina cuerda por la que andaba titubeante para caer de cabeza otra vez. Y cuando menos lo esperaba estabas ante mis ojos como una aparición.

Esta mañana ha sido difícil. Como algunas otras, me he levantado abatida, sintiéndome fea, vulgar, mayor... a causa de tu indiferencia. El dia ha pasado lento, los pasos me costaban más de lo habitual.

Esta noche ha sido reveladora, me he contado a mí misma mi secreto y he decidido aceptarlo. Y al hacerlo me ha costado menos caminar, a lo mejor porque me he acercado más a la tierra y menos a las nubes.
Mi secreto es que no he conseguido superarte porque nunca he querido hacerlo, y en realidad te he usado para volar, para evadirme del mundo, para que hicieras fluir mis palabras sin parar.
En realidad no es que te quiera, pero te he necesitado para darle un poco de color a esta vida que pintaba tan gris... porque recuerdo la primera vez que vi la calle volverse de colores, cuando te divisé a lo lejos y aún no sabía que te iba a conocer.
Creo que debo reconocer que esta historia que nunca empezó ha llegado a su fin. Y lo supero así, simplemente queriendo.

lunes, 12 de octubre de 2015

Recaer.

Recaer, por qué no?
Por qué esa necesidad de superar las cosas? 
Por qué tener que recibir siempre algo a cambio?
Me das alas para soñar, qué más podría pedir?

martes, 6 de octubre de 2015

El viento


Perquè has vingut han florit els lilàs
i han dit llur joia
                         envejosa
                                        a les roses:

mireu la noia que us guanya l’esclat,
bella i pubilla, i és bruna de rostre.

De tant que és jove enamora al seu pas
-qui no la sap quan la veu s’enamora.

Perquè has vingut ara torno a estimar:
Diré el teu nom
                                I el cantarà l’alosa.

                                                                   J. Salvat-Papasseit          

El viento sabe que has vuelto, y se empeña en recordármelo trayendome a cada rato tu olor.
Viento de otoño, no hace falta que me lo recuerdes, lo tengo presente a cada esquina que doblo, en cada vuelta de la aguja del reloj, y cada nota de perfume me engaña haciéndome sentir que al fin estoy en casa.