miércoles, 14 de octubre de 2015

Tres días

Ayer fue un día difícil. Había decidido soltarme, miré tus fotos, leí poesías que me hacían recordarte... decidí saltar de la fina cuerda por la que andaba titubeante para caer de cabeza otra vez. Y cuando menos lo esperaba estabas ante mis ojos como una aparición.

Esta mañana ha sido difícil. Como algunas otras, me he levantado abatida, sintiéndome fea, vulgar, mayor... a causa de tu indiferencia. El dia ha pasado lento, los pasos me costaban más de lo habitual.

Esta noche ha sido reveladora, me he contado a mí misma mi secreto y he decidido aceptarlo. Y al hacerlo me ha costado menos caminar, a lo mejor porque me he acercado más a la tierra y menos a las nubes.
Mi secreto es que no he conseguido superarte porque nunca he querido hacerlo, y en realidad te he usado para volar, para evadirme del mundo, para que hicieras fluir mis palabras sin parar.
En realidad no es que te quiera, pero te he necesitado para darle un poco de color a esta vida que pintaba tan gris... porque recuerdo la primera vez que vi la calle volverse de colores, cuando te divisé a lo lejos y aún no sabía que te iba a conocer.
Creo que debo reconocer que esta historia que nunca empezó ha llegado a su fin. Y lo supero así, simplemente queriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario