jueves, 11 de agosto de 2016

Hay un poco de magia en la cocina.

Soy tan feliz en mi nueva casa que a veces pierdo la noción del tiempo solo observándola en silencio. Es toda mía, mis cosas, mis sueños... la verdad es que estoy viviendo mi sueño, pero los sueños cuando se alcanzan se convierten en la normalidad y ya tenemos otros que los reemplazan, es lo que hace evolucionar el mundo supongo. Pero hace un año ni soñaba con tener una casa para mi sola y utilizarla para trabajar en un libro que estoy ilustrando entero.
Debería darme vergüenza estar triste a veces, porque soy afortunada. Pero qué le voy a hacer si el siguiente sueño ha venido pisando fuerte. Y qué hay de malo en un poco de melancolía cuando hay una luna preciosa en el cielo y en mis capsulas de café se anuncia, intrigante, la palabra INTENSO.

2 comentarios:

  1. Tu año de suerte se traslada a mí :P ajjaja A ver qué pasa. Qué emoción!!
    La melancolía es necesaria para ilustrar.

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  2. Tendríamos que hacer un rito de traspaso del poder o algo ;)

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