El tiempo existente entre encuentro y encuentro no me sirve de nada, son horas vacías que intento llenar. Las lleno saliendo a la calle y no volviendo a casa hasta que es hora de dormir, las lleno de películas y libros en los que no me puedo concentrar, en escribir un blog que nadie va a leer.
Quiero llenar mis horas con las letras de tu nombre, pero es imposible.
Y aún así, soy feliz. Porque pronto va a pasar este lapso de tiempo inútil.
43 horas.
Y restando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario