martes, 18 de julio de 2017

Una reflexion

De repente esta semana pasada alguien entró en mi vida. No es tan extraño, pero a esta velocidad era la primera vez. No estaba preparada, yo no suelo estar preparada para nada de lo que me sucede, pero disimulo, pongo cara de tenerlo bajo control y la gente se lo suele creer. Tenía muchas ganas de que alguien cruzara esa puerta, no estaba preparada pero lo llevé muy bien. Pero tras estar juntos ese día en la cama, después fui incapaz de dormir, me pasé la noche en vela y al principio no entedía por qué. Ahora creo que es lógico que algo suceda dentro de ti cuando una persona nueva ha cruzado un límite así, no es solo físico, de repente has dejado entrar a alguien, y eso ya queda para siempre, como las marcas en la corteza de un árbol conforme crece. Pequeñas marcas en el alma por cada persona que de repente ha entrado dentro de ti, y más profunda la marca cuanto más inesperado.

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